CAP PLAT AMB BLAT
TODO SOBRE EL MUNDO SIN GLUTEN
ORGANIZANDO LA NAVIDAD
Estamos a punto de estrenar diciembre y seguro que ya estás pensando y organizando todo lo que conllevan las fiestas navideñas. Diciembre y Enero son unos meses llenos de estrés e ilusión a partes iguales. Tantas fiestas seguidas requieren un mínimo de organización para evitar prisas y nervios innecesarios. Además se suman las cenas de empresa, los festivales navideños de los más pequeños y si te sirve de consuelo a mí también me coinciden santos y cumpleaños (6 en total !!).
A los celíacos además, nos surge la inquietud que conlleva ir a celebrar la navidad en casa de un familiar, porque está claro que no todo el mundo tiene la teoría ni la práctica por la mano. Antes de empezar a ponerte de los nervios, recuerda que antes de tu diagnóstico tú tampoco sabías nada de la celiaquía. En el apartado artículos tienes una recopilación de consejos con el título "Tengo un invitado celíaco".
1.- En primer lugar habla con la persona que tiene que cocinar para ti y da la información necesaria para evitar que te contamine. En el apartado La celiaquía encontrarás las pautas para evitar la contaminación cruzada para asegurarte que no se te olvida nada.
2.- Ayúdala a pensar un menú donde no haya ingredientes susceptibles de contener gluten. De esta manera evitarás una parte importante de riesgo y además no habrá que hacer dos elaboraciones (con y sin gluten), ya que esto siempre puede ocasionar equivocaciones a la hora de servir los platos. Con ello además se consigue no hacer distinciones entre comensales y evitar los desafortunados comentarios de quien ignora la importancia de la dieta sin gluten para nosotros. Recuerda que el típico caldo de navidad suele llevar pelota, pide que no la pongan o por lo menos, que no lleve harina ni pan rallado y que la carne picada sea sin gluten (en caso de que la compren envasada). Las especias molidas también son un punto importante a comentar. Decir también que la pasta de sopa también debe ser específica para nosotros.
3.- Si no es posible llevar a cabo el punto anterior, hay que repasar qué ingredientes se utilizarán para tu plato. Comprueba que sean sin gluten y comenta las marcas que puede usar para tu comida.
4.- Cuando en la mesa hay platos con gluten y sin gluten, es muy útil utilizar vajillas de diferentes colores o marcar con una pegatina los platos, para que el celíaco identifique de qué platos puede comer.
5.- A menudo los familiares que no conviven con nosotros, olvidan que no pueden tocar cosas con gluten y sin gluten indiscriminadamente porque las contaminan. Esto es muy habitual en comidas donde todos los platos son para ir picando, como una cena de tapas o un aperitivo. Para evitar parecer el paranoico de turno o entrar en el ya conocido debate de "¿Quieres decir que no exageras? ...", puedes optar por servirte tú primero en tu plato y así el resto de comensales no deberán estar pendientes de perjudicarte.
6.- Si el anfitrión tiene problemas para cocinarte o no confías plenamente, dale la opción de llevar tu comida. Puedes hacer el mismo plato que tenga previsto cocinar para el resto de invitados y adaptarlo sin gluten, de esta manera te ahorras preocupaciones.
7.- Llevar tu propio pan es una opción que el anfitrión te agradecerá (y tu, también). Optar por marcas que nos lo venden con la bolsa apta para horno es una manera eficaz de poder comerlo recién horneado y evitar la contaminación cruzada.
8.- Recuerda que si debe utilizar harina a su receta, puede utilizar maicena o harina de arroz que encontrará fácilmente en los supermercados.
9.- Si tu anfitrión quiere hacer un postre con gluten, tienes la opción de pastelitos o postres congelados en muchos supermercados y tiendas o en los obradores que encontrarás en el apartado establecimientos.
10.- Los turrones también deben ser sin gluten, es tan fácil como comprar las marcas que lo indican en los su envoltorio o si se quieren artesanos tienes diferentes tiendas en el apartado establecimientos.
En el apartado recetas encontrarás un montón de platos para dar ideas a tus familiares y amigos cuando tengan que cocinar para ti. Muchas de ellas son bien sencillas y ahorrarás dolores de cabeza.