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FRITOS Y REBOZADOS

Todos sabemos que los fritos y rebozados deben ser de consumo esporádico, pero aunque los consumimos de vez en cuando, tenemos que procurar que estas comidas no nos queden grasientas.

 

Un consejo es freír con mucho aceite. Si, si, mucho aceite. Si freímos con poco aceite lo que pasa es que el alimento lo absorbe totalmente y queda aceitoso. Si por el contrario freímos con una buena cantidad de aceite, el alimento cogerá sólo lo que necesita.

 

La temperatura del aceite debe ser elevada. No pongas nunca el alimento si el aceite no está suficientemente caliente, ya que te dejará reblandecido y empapado en aceite.

 

Utilizar recipientes con suficiente profundidad y anchura es una forma segura de cocinar los alimentos fritos, ya que al introducir el alimento, el aceite subirá hacia la superficie y es fácil que pueda salirse del recipiente y quemarnos .

 

Es muy importante que cuando saquemos el alimento de la sartén o cazo donde lo hayamos frito, lo hagamos con una espátula de araña (o con un colador) y lo depositemos sobre papel absorbente sólo unos segundos y lo pasemos al plato en seguida. Si lo dejamos sobre papel absorbente mucho rato, los fritos quedarán reblandecidos y aceitosos.

 

Recuerda que el aceite sólo se puede reutilizar cuando se han frito en él productos sin gluten.

 

El aceite de oliva suave es lo que yo recomiendo para freír, porque soporta temperaturas elevadas sin perder propiedades y se puede reutilizar para siguientes usos. Una vez frío, se puede colar con un colador y se guarda dentro de un frasco de vidrio. Si el aceite se ha ensuciado mucho o se ha quedado muy quemado es mejor no volver a utilizar. En este caso lo dejaremos enfriar y lo guardaremos en un recipiente para llevarlo al punto verde para ser reciclado.

 

El aceite de oliva virgen extra es el mejor pero dado su precio, es razonable utilizarlo para comer en crudo, como las ensaladas, verdura o con el pan.

 

El aceite de girasol no lo recomiendo porque no soporta las temperaturas elevadas, sólo lo recomiendo para repostería ya que su sabor es muy neutro y no otorga sabor a las elaboraciones dulces.

 

Al principio del diagnóstico de la celiaquía a menudo encontramos un sabor raro en el pan rallado sin gluten. Aunque con el tiempo el paladar nos acaba acostumbrando, también podemos optar por otros alimentos que nos harán la función del pan rallado.

 

Todos los rebozados primero deben pasar por huevo batido, y luego por pan rallado o sustituto que quieras.

 

Los copos de puré de patatas sin gluten son una excelente opción, ya que además de dar buen sabor, no deja el producto nada grasiento y lo hace realmente crujiente. Lo recomiendo para hacer lomo rebozado, escalope de ternera, pechuga de pollo o para pescados, queda muy bien con el gallo o el rape.

 

Las patatas chips desmenuzadas (muy desmenuzadas) son una opción original muy apropiada para hacer fingers de pechuga de pollo o pavo.

 

Los cereales de desayuno sin gluten, tipo copos, son también una opción para rebozar, aunque personalmente no me gusta mucho el toque dulce.

 

El maíz frito triturado sin gluten (kikos) también puede ser una solución si no queremos poner pan rallado.

 

Recuerde que todos ellos deben ser sin gluten.

 

Si te gusta el rebozado blando y más meloso, puedes optar por enharinar primero y pasar por huevo después, como se dice habitualmente "a la romana". La pechuga de pollo hecha de esta manera es una buena solución para una comida de tupper. También quedan muy bien hechos de esta manera los pescados blancos.

 

A la hora de freír verduras es importante que la verdura esté seca y que sacudamos bien el exceso de harina antes de freír. Esto supondrá que queden unas verduras crujientes. Una buena harina para verduras puede ser la específica para Tempura o la de arroz.

 

Para freír pescado te recomiendo la harina de arroz o la de garbanzo si te gustan los sabores más intensos.

 

 

 

 

 

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